El desliz de Rafael Mancilla el viernes pasado, en una
entrevista exclusiva que otorgó a TDN/TDW en el programa Súper Estadio, ya le
ha dado la vuelta al mundo por su imprudencia, inexperiencia, desfachatez o
como queramos llamarle.
“Hay personas, directivos de diferentes televisoras, que he
platicado con ellos que me dicen: No me hagas a los árbitros perfectos, por
favor. ¿Por qué? Porque me quitas rating. La polémica arbitral es parte del
juego". Si no lo hubiera escuchado, no lo creería. Vaya, no es ninguna
mentira lo que dice Mancilla. Los programas deportivos en todas las
plataformas, se dan vuelo atendiendo a los árbitros cada semana. En muchas
empresas de comunicación hay analistas arbitrales, la mayoría de mucho peso,
como los Brizio en Televisa, Ramos Rizo en ESPN, Boni en Reforma, Alcalá y Jaime Herrera en
TVC, Gabriel Gómez en Fox, y en TDN, Codesal y Archundia. Pero no por ser
verdad, puede llegar el Presidente de los árbitros a decirlo como si fuera
cualquier cosa. Y aún peor, parece que hasta les hace caso, porque el nivel
arbitral está para llorar.
La feria de los desmentidos la encabezó Decio de María, con
su tradicional “verdad absoluta”. Que a Mancilla nadie le ha dicho algo de ese
tipo. ¿Será que Rafa carga con un transmisor para que el todopoderoso Decio
escuche TODAS sus conversaciones? Igual de ridícula a esta pregunta, sonó su
declaración.
Pero lo verdaderamente importante no es el festival de
sinsentidos que escuchamos, sino lo que está en el fondo del asunto. Lo primero
que viene a la mente, es la confirmación de que Rafael Mancilla NO tiene la
capacidad para estar al frente de la Comisión de Arbitraje. Basta un dedo de
frente, para saber que un comentario como éste es una invitación a masacrarlo. Insisto,
parece que hace caso a estos comentarios, porque la manera de instruir a los
silbantes mexicanos está destinada a hacerlos fracasar. Por el bien de todo el
futbol mexicano, ojalá no sea cierto, porque entonces no creo que la FIFA se
pueda hacer de la vista gorda con México… una vez más.
Algo que no todos saben, es que a esa entrevista también
acudió el instructor Mauricio Morales, que llevó un rol cercano a cero en la
duración de la entrevista. De aquí se desprende la segunda afirmación. Mancilla
está rodeado de comparsas, no de colaboradores. Por eso se fue Archundia, que
con su capacidad, experiencia, influencia y jerarquía, resultaba muy incómodo
para la dinámica de sumisión de la Comisión de Arbitraje.
Ya que salió Archundia al tema, va una buenísima del dos
veces mundialista, poseedor del récord de más partidos dirigidos en Copas del
Mundo. En un programa dominical, Futbol en Serio, de TDN también, nos regaló
una perla: “En la Comisión les pesó mi nombre”. Por más petulante que pueda
sonar, es una verdad tan grande, como que el mal arbitraje genera rating. Incluso
se podría decir que no es políticamente correcto vanagloriarse de esa manera,
pero es una clara muestra de que las personas pensantes, decididas y con un
poco de valor, no son bienvenidas en las huestes de Mancilla.
Cada vez que pensamos que el arbitraje mexicano está en su
punto más bajo, vienen nuevos escándalos. Apenas nos estábamos recuperando de
la fatídica Jornada 12, en la que se vio el peor trabajo referil del Clausura,
cuando aparece Mancilla con su genial ocurrencia. Entre lesionados, suspendidos
y designados a torneos internacionales, nos quedamos sin la participación de
los mejores cuatro silbantes nacionales (Marco, Roberto, Delgadillo y Chacón),
más Fabricio Morales, que anda en el Pre-Mundial Sub17 en Panamá. ¿No será que
fue cortina de humo para dejar de hablar de los árbitros, previo a una Jornada
13 que pintaba para ser igual o peor que la 12? Si por alguna bizarra razón ése
era el cometido, le salió el tiro por la culata, porque fue la comidilla de
todas las transmisiones de futbol del fin de semana.
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