Nada alimenta mejor la polémica arbitral que un tiro penal mal señalado. La mayoría de las veces, la equivocación del árbitro es consecuencia directa de un intento de engaño de parte del delantero que provoca la marcación, aunque en otras, es simplemente un error de apreciación o interpretación del silbante.
Si un penal es causante de una buena polémica, que sea en favor de América, casi de último minuto y signifique el triunfo águila, el efecto se multiplica exponencialmente. Esto sucedió el domingo en la visita que hizo el equipo amarillo al Cuauhtémoc de Puebla.
El encuentro tuvo prácticamente todo lo que un aficionado al futbol puede desear. Muchos goles, estadio lleno, intensidad, y una muy buena polémica por la manera en que se decide el juego. Seguramente los seguidores poblanos no estarán muy de acuerdo en esto, pero en general el espectáculo se puede catalogar de satisfactorio.
Hay que apuntar que antes de que el América se encontrara con ese penal al minuto 86, el árbitro Ricardo Arellano había señalado uno para el Puebla, que convirtió en gol el español Luis García para empatar el juego a un gol. La jugada no es muy evidente, ya que en velocidad natural, el contacto de Diego Reyes sobre Landín no parece suficiente para marcar la falta. Hay que recurrir a las repeticiones en cámara lenta, desde un ángulo que no es el mismo que tenía Arellano, para determinar que la marcación es apenas correcta, en la frontera de que si no lo marcaba, tampoco pasaba nada.
El segundo tiempo comenzó de manera trepidante, con un gol por bando al 46 y al 47, y de ahí no hubo más que lo sucedido al 86, cuando Arellano corre al manchón blanco del área poblana, para sancionar con pena máxima una carambola entre Vuoso, Álvarez y Salinas.
En esta acción no es necesario ver la repetición en cámara lenta para determinar que Vuoso lo provoca. Al sentir la barrida del defensor poblano, el americanista clava la punta del pie derecho para engancharse en la pierna del rival. La toma cerrada lo único que hace es confirmar la primera apreciación, por lo que la Comisión Disciplinaria debería sancionar al delantero, ya que su engaño determinó el marcador final en favor de su equipo. Digo debería, porque ya fue publicado el reporte de sancionados y no hay nada al respecto.
Este lunes inició la concentración de los árbitros que dirigirán la Liguilla, con Ricardo Arellano en la lista de los elegidos. Según un comunicado oficial, se trabajará con los silbantes en jugadas clave, como los tiros libres y saques de esquina, per mejor que se dediquen a repasar las reglas básicas, que los jueces mexicanos no aplican muy bien que digamos.
Colofón
Ya que tocamos el tema de los árbitros para la Liguilla, no podía faltar el terror de los silbantes, el mismísimo “Voldemort” Zanjuampa. Esto ya es una burla, lo único que falta es que le den un juego para dirigir como central, aunque seguramente su convocatoria es para que se haga de unos centavos extra como cuarto árbitro, de esos que les aumentan jugosamente en la fase final a los honorarios que cobran.Colofón 2
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