¿Historiador o profeta? Muchos no se
atreven a ser profetas, prefieren la comodidad de relatar los hechos, en lugar
de adelantarse a los mismos y aventurarse a dar un pronóstico. Con ese afán
protagónico y polémico que caracteriza al del teclado, me incluyo entre los que
adquieren el compromiso de viajar al futuro, para señalar lo que creen que va a
suceder en un ámbito determinado. En las siguientes líneas los invito a conocer
lo que pienso que sucederá con el gremio arbitral en el Apertura 2013 de la
nueva Liga Bancomer MX.
Bien dicen que para entender el presente,
hay que conocer el pasado; de la misma manera hay que analizar lo que ha
sucedido antes, para tratar de vislumbrar lo que está por venir. En ese
sentido, la actuación de los árbitros mexicanos y sus dirigentes en los últimos
cinco años, ha sido de regular a catastrófica. Con grandes excepciones, como la
Liguilla recién terminada del Clausura 2013, el promedio no se ubica más arriba
de los 7 puntos, y aquí viene el primer pronóstico general: No avanzará mucho
más, aunque tampoco retrocederá.
Hay evidencias de que se puede presentar
una mejoría en el arbitraje mexicano. Al igual que sucede con los equipos, el
máximo nivel se encuentra en las instancias más avanzadas de la competencia,
aunque los del silbato no tienen tanto margen de error. Deben empezar con los
buenos trabajos desde la Jornada 1, elevando su efectividad conforme transcurra
el campeonato.
Pasando a casos particulares, hay algunos
árbitros que estarán en la mira de todos, ya sea por lo que se espera
positivamente de ellos, por su crecimiento profesional, o la confirmación de
que no sirven para este bello oficio.
Los indiscutibles que estarán en el ojo
del huracán son los premundialistas. Marco Rodríguez y Roberto García, junto
con sus asistentes, deberán refrendar la confianza que les tiene FIFA,
demostrando que tienen más méritos que otros compatriotas para representar a
México en Brasil. Lamentablemente, más Roberto que Marco, tendrán sus acostumbradas
actuaciones irregulares, comodinas o intransigentes. Aún así, el nivel arbitral
de sus colegas está un par de escalones más abajo, así que mantendrán su lugar
en la élite arbitral mexicana.
Paul Delgadillo y Francisco Chacón serán
los otros dos que carguen con la responsabilidad de completar la terna de los
mejores cuatro árbitros del país. Este nuevo torneo será la prueba definitiva
de Chacón, para saber si sus indiscretas verdades externadas acerca de la
Comisión de Arbitraje le cobran la factura con intereses, o queda en el olvido.
Ya saben que soy ferviente seguidor del guanajuatense, pero no creo que vuelva
a figurar y probablemente hasta le remuevan el gafete de FIFA. Espero
equivocarme.
El Joven Maravilla, César Ramos
Palazuelos, aumentará su nivel considerablemente; recibirá la oportunidad de
portar el gafete de FIFA que le quiten a alguno de los que no lo merecen
(¡Arellano, Fabricio, cuidado!), o de alguno que tenga cuentas pendientes con
los jefes (Chacón, Flores). Otra vez faltará a la Final porque ni Marco ni
Roberto volverán a estar de viaje, mas no por carecer de méritos. El mismo
futuro le auguro a Toño Pérez Durán, que junto con Ramos se convertirán en los
referentes arbitrales mexicanos, y futuros mundialistas en 2018.
Tendremos también el debut de un muy buen
prospecto que llega de la Liga de Ascenso. Roberto Ríos Jácome tiene muchas
condiciones para ser figura del arbitraje. Si la Comisión vuelve a acertar en
su manejo como lo hizo con el Joven Maravilla, en tres o cuatro torneos será
una realidad. En el Apertura deberá tener entre cinco y seis designaciones
mínimo para demostrar.
Del trío infernal, comandado por
Voldemort Zanjuampa, no se puede pronosticar nada bueno. Ni el Señor Tenebroso,
ni los Migueles, Ayala y Chacón, harán mayores logros que juntar 10 ó 12
designaciones entre todos, que son las que le urgen a otros mejores prospectos,
como Óscar Macías. Santander y Bisguerra están en el limbo, de donde es poco
probable que salgan.
Por último, pero no menos importante,
está la labor presidencial. Rafael Mancilla demostró, aunque haya sido con un
solo elemento, que si quiere, puede. Ahí tiene varias carreras más que puede
solidificar, rescatar y empezar a crear. Debe recuperar a Erim Ramírez; debe
consagrar a Ramos y Pérez Durán; debe llevar con mesura a Ríos Jácome; debe
controlar a Marco y a Roberto; debe reforzar su cuerpo de asesores e
instructores, y muy importante, no puede dejar que un asunto personal, nos
prive del mejor árbitro de México, que es Francisco Chacón. Son seis tareas que
considero esenciales para el futuro inmediato del arbitraje mexicano. Tengo la
confianza de que tendrá éxito en al menos tres de ellas.
Prometo republicar este texto la semana
posterior a la Final del Apertura 2013, para saber cómo me fue. Pero si de una
vez tienen algo que aportar, reclamar, añadir o eliminar, los invito a debatir,
practicando el Juego Limpio eso sí.
@Javierglevy @ReglaCinco
No hay comentarios:
Publicar un comentario