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martes, 5 de febrero de 2013

El quinto elemento


Existe un miembro del equipo arbitral que casi nadie conoce, que tiene un rol muy importante en la designación de un partido (en teoría), pero que también forma parte de esa red macabra de compadrazgos y amiguismos que inundan la Comisión de Arbitraje: El asesor.

Un asesor arbitral es el quinto integrante de un equipo arbitral. Es la persona encargada de aconsejar, acompañar, evaluar y asistir en la planeación de un partido a los árbitros. Es la persona con una experiencia amplia, buena capacidad de análisis, con don de transmitir información y un perfil docente, que se convierta en un apoyo de valía para los cuatro jueces que entran a un terreno de juego a dirigir.

Lo ideal es que estos asesores sean árbitros en retiro, de preferencia con experiencia internacional y una capacidad probada en su carrera dentro del campo. No quiere decir que es requisito indispensable, ya que pueden encontrarse asesores que sepan ver el arbitraje de una manera tan clara, que suplan sus carencias de experiencia de campo con gran inteligencia, conocimientos y lecturas acertadas del juego y sus reglas.

Por desgracia, y por si no lo sabían, pero lo podrían intuir fácilmente, no existen este tipo de asesores en nuestro país. Los que cumplen con el perfil de grandes árbitros en retiro tienen las puertas cerradas, mientras que los no árbitros que suplan su inexperiencia con otros conocimientos e inteligencia, no son bienvenidos porque significan un peligro para las tiranías que maneja la Comisión.

En un ejercicio analítico de las designaciones de asesores de las principales categorías de nuestro futbol, encontramos unos datos muy significativos de lo que es este pequeño grupo de asesores, que realizan un trabajo de baja calidad, pero cobran honorarios de altos vuelos.

Al principio de la investigación, tomé en cuenta las actuaciones de los asesores que están directamente vinculados con la Comisión de Arbitraje, de la cual reciben un salario fijo por sus asignaturas. Carlos González, jefe del área técnica; Francisco Ramírez, miembro del área técnica; Mauricio Morales y Jorge Gasso, recientes incorporaciones a la baraja de instructores, y por último Gonzalo González, el motivo de esta investigación, que después de destrozar a los árbitros de Ascenso, por lo que fue corrido de su cargo, nuevamente está apareciendo en las designaciones de Liga de Ascenso y Copa MX.

Tras revisar únicamente las cinco primeras jornadas de la Liga MX, Ascenso MX, Sub20, Sub17 y las dos primeras fechas de la Copa MX, apareció un nombre nuevo que no estaba contemplado en los objetivos primarios: Raymundo Sánchez Villadoble.

Miembro de la Comisión de Arbitraje desde hace ya varios años, Sánchez Villadoble aparece como el segundo asesor con más designaciones en el año (9) entre Liga MX, Copa MX y Sub20. De los cinco objetivos primarios de la investigación, resultó ser el único con marca perfecta en Liga MX, más tres “dobletes” en juegos de la Sub20 y un partido de Copa. Sólo Carlos González, jefe del área técnica, que disfruta de un jugoso salario fijo, lo supera con 10 participaciones, aunque en el renglón de los honorarios cobrados se queda un paso por debajo, ya que Raymundo Sánchez saca ventaja con lo que ha cobrado en cada uno de sus cinco juegos de Primera División.

Es una verdadera pena, que un personaje que no cumple con la mayoría de los criterios descritos anteriormente, tenga tanta influencia y reciba tantas recompensas económicas como lo hace Sánchez Villadoble. De los “objetos” de este análisis, casualmente los elementos con más experiencia internacional y una carrera exitosa en las canchas mexicanas, son los menos favorecidos. Y no se trata únicamente de cobrar más o menos dinero, sino de cumplir con más compromisos en cancha con los árbitros, que es donde verdaderamente aprenden y crecen. Si Paco Ramírez y Mauricio Morales están por debajo en “jerarquía” de Gasso, y muy lejos de Raymundo Sánchez, no es de extrañarse el nivel de los árbitros mexicanos.
Lo que hace Carlos González, designándose solito a más partidos que nadie, es una burla absoluta, ya que en su calidad de jefe del área técnica, tiene más actividades que hacer, que andar de padrote viajando por todo el país con viáticos pagados, más honorarios, y hasta quitando lugares de nuevos asesores que quieran crecer en las categorías inferiores, como Sub20 y hasta Sub17.

Los resultados (ver tabla) muestran una verdad muy alarmante, ya que de los seis asesores que aparecen en esta lista, los que cumplen con los mejores perfiles, Francisco Ramírez y Mauricio Morales, sólo acumulan cuatro designaciones en el año. Eliminando el caso de Gonzalo González, que debería estar totalmente fuera del arbitraje, estos dos ejemplos son los últimos en apariciones y en honorarios obtenidos. Jorge Gasso se ubica un paso por debajo de Carlos González y Raymundo Sánchez, con siete juegos, aunque empatado en segundo puesto en emolumentos con su patrón del área técnica. (Para los lectores internacionales, el tipo de cambio peso dólar es de 13.00 MXP x 1 USD)


Si bien es cierto que existen asesores de amplias capacidades en la baraja, como Gerardo Bravo de Guanajuato y Raúl Cuauhtémoc Reyes de Jalisco, son minoría y nunca les permitirán trascender mientras la Comisión de Arbitraje siga siendo el mejor ejemplo de centralismo tirano, al más puro estilo de las políticas públicas de mediados del siglo pasado.

Un lugar común tan trillado, pero tan abrumadoramente cierto, como “por eso estamos como estamos”, es la mejor manera de describir la situación del arbitraje mexicano en la actualidad.

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