El calendario deportivo mundial nos dio una muy buena
oportunidad para atender sin distracciones el comienzo de la NFL, especialmente
por la fecha FIFA que paró las ligas del mundo para partidos eliminatorios. Sí,
ya sé que la Regla Cinco es para el futbol asociación, pero hay un tema en el
futbol americano que provoca una reflexión muy profunda de cómo maneja sus
sistemas referiles cada deporte.
Vamos a concentrarnos en qué se parecen, y en qué no, las
relaciones entre los árbitros y las dirigencias, y los mismos jueces, de las
ligas de la NFL y la FMF.
Para los que no estén enterados, la NFL comenzó esta
temporada con referees sustitutos, ya
que los jueces oficiales mantienen una disputa laboral con el Comisionado Roger
Goodell (el Decio de los futboleros gabachos) por salarios y pensiones. Dentro
de la pelea, está la negativa por dirigir de las “cebras” (mote cariñoso por su
uniforme a rayas verticales negras y blancas), mientras no se cumpla con sus
pretensiones salariales.
Hace pocos meses, los árbitros del futbol mexicano
anunciaron (bueno, Marco Rodríguez se llevó todo el show y no logró nada) que
habían negociado con la Liga mX nuevas condiciones laborales nunca antes
vistas. Si lograr un salario de 10,000 pesos mensuales, seguros de vida y
gastos médicos, más honorarios de entre 22,000 y 15,000 pesos por partidos, dependiendo
del desempeño, es un gran logro laboral, el mundo está loco.
El principal punto de disputa con los árbitros de la NFL, es
que el salario promedio de un veterano de 10 años en la liga es de 89,000
dólares al año. Calculadora en mano, son 1 millón 157,000 pesos anuales, entre
16 semanas de temporada regular, da un promedio de 72,000 pesos por partido.
Nada mal se podría decir, tomando en cuenta que el ingreso de un árbitro
mexicano en los mismos doce meses, incluyendo salario fijo, honorarios y pagos
mayores por participar en Liguilla, ronda los 600,000 pesos. Pero cuando se
hace una comparación entre los ingresos anuales de un árbitro de la liga
deportiva más poderosa y rica del mundo (NFL), con los de uno de la Liga de
Hockey (NHL), los 182,000 dólares que se llevan los jueces en patines de hielo,
hacen que la cosa cambie un poquito.
La NFL y sus dirigentes sufren de la misma enfermedad que
sus colegas mexicanos. Manejan un emporio deportivo que genera miles de
millones de dólares en ingresos, patrocinios, valor de los jugadores y demás
linduras. Como en todo deporte profesional, los jugadores son el mayor activo,
y los árbitros los encargados de cuidar su integridad y la justicia en el
terreno de juego. En ambos lados de la frontera, los que manejan las ligas,
Goodell y Decio, ven a los árbitros como un mal necesario, y no como los
guardianes de su patrimonio.
La gran diferencia entre nosotros y ellos, o mejor dicho
entre nuestros árbitros y los gringos, es la fortaleza y dignidad que tiene la
Asociación que los representa. “No nos pagan lo que pedimos, no trabajamos y
háganle como quieran”, dicen las “cebras”. La respuesta de la NFL fue traer
jueces de las divisiones inferiores del Futbol Colegial o del Futbol Arena,
para hacer las “llamadas” de los juegos grandes. Es como si los mexicanos
profesionales fueran a paro (¡Ay Ajá!) y Decio llamara a los árbitros de las
ligas semiprofesionales regionales del país para pitar en Primera División (en
una de ésas se me haría actuar en Primera jaja).
Los resultados de los árbitros sustitutos en la Semana 1 de
la NFL fueron de regulares a malos. No dominan la velocidad del juego, cometen
errores muy graves y notorios en jugadas muy claras, tardan en ponerse de
acuerdo, el referee principal se pone
nervioso al explicar la decisión al público, y varias cosas más que se vieron
en los 16 partidos de esta jornada inaugural.
La presión de aficionados, coaches, jugadores, dueños y hasta patrocinadores no se hará
esperar, y los referees estelares de
la NFL lograrán, con fuerza, determinación y unión, que la liga los valore un
poco más y les pague salarios más acordes a su responsabilidad.
En México no se ve en el futuro, ni cercano, medio o lejano,
que se logre una unión de los árbitros para defenderse de las injusticias que
sufren por parte de sus dirigentes. Así como las “cebras” americanas merecen
mucho mejores ingresos, nuestros “zopilotes” también, pero nunca lo lograrán
con sus actitudes agachonas y sumisas.
La FMF y la NFL se parecen tanto en que sus directivos
principales desdeñan a sus jueces y los ponen en el último eslabón de la cadena
alimenticia; pero son tan diferentes sus árbitros, que los del otro lado tienen
los pantalones bien puestos, mientras que los nuestros tienen que estar
continuamente levantándose los shorts, de tanto que se les caen.
En Memoria
A todos los héroes y víctimas del 11 de septiembre de 2001.
que gran articulo, tienes la razon!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el comentario!! Saludos
ResponderEliminarBastante interesante tu visión de esta situación, y coincido contigo, acá el gremio de árbitros como que si le piensa mucho para ponerse en una postura más rígida ante la Femexfut... Agachones como dices, es un termino muy válido, pero que seguro no les gusta porque duele... También pienso que otro objetivo que debería buscar el gremio del arbitraje, es buscar entre todos un apoyo mutuo para buscar una mejora continua en sus acciones; ir subiendo paulatinamente el nivel de su accionar, también es buena referencia para exigirle mejoras a la femexfut..
ResponderEliminarVoy apenas leyendo tu blog,y me ha parecido interesante..
Saludos
Gracias Marín, qué bueno que has encontrado temas de tu agrado en el blog. Ojalá lo sigas visitando y comentando, con gusto te contestaré siempre. Y del comentario de "La excusa perfecta", yo también recuerdo con mucho desconcierto cómo alguna vez tuvimos un campeón que empató los dos juegos de la final...
ResponderEliminarSaludos