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martes, 15 de mayo de 2012

Hasta con suerte


Transcurrieron las semifinales del Clausura 2012 sin demasiados contratiempos arbitrales, salvo las complicadas acciones que le tocaron a Francisco Chacón en la ida de la serie entre Tigres y Santos, especialmente la patada de Hugo Palos a Oribe Peralta, la cual incluso fue protestada por Santos ante la Disciplinaria. Evidentemente no les hicieron caso y desestimaron la queja los dirigidos por Sabater.

La treta para ir colocando a Mauricio Morales y Roberto García Orozco en la serie final le está resultando mejor de lo planeado a las huestes de Padilla y su pandilla. El único verdadero rival que quedaba en la lucha por la designación de la serie por el título era Francisco Chacón, que con la "polémica" de su juego en el Universitario de Nuevo León le dio las armas necesarias a la Comisión para justificar la presencia de Morales y García en la "grande".

Marco Rodríguez no estaba considerado para repetir en alguno de dos juegos finales por la cuenta pendiente que arrastra de hace seis meses. Y con la presencia de Santos en esta instancia, cerrando en casa, y después del recibimiento que tuvo en Torreón por la afición lagunera de amplia memoria, su presencia es políticamente incorrecta. A pesar de haber realizado un gran encuentro en el TSM, Rodríguez pagará el complemento de su condena que se ganó en la última Final. Esta Comisión no se ha caracterizado por ser leal ni justa, mucho menos piadosa, así que los desplantes de Marco le cobrarán factura nuevamente.

Morales y García, por su cuenta, hicieron lo necesario para darle motivos a sus patrones de proseguir con el plan macabro de tenerlos designados desde el principio de la Liguilla. Mauricio y Roberto solventaron con buenos trabajos sus encomiendas en la instancia semifinal, que seguramente fue lo que les pidieron en las oficinas de Aarón: "no hagan nada raro en sus partidos y la final es suya".

Con este asunto debidamente solucionado, queda la lucha por las bandas. Los internacionales de confianza son Torrentera, Camargo (con todo y su falla al invalidar un gol de Monterrey el sábado), Morín, Rangel y Quintero. Lo más seguro es que entre ellos salgan los cuatro seleccionados, pero en la cancha, con sus actuaciones a lo largo del torneo regular y la Liguilla, la justicia le debería dar un premio a Víctor Barreto. Novato de apenas dos torneos completos en la Primera División, el tapatío se ha ganado su lugar en una banda; habrá que ver si la Comisión nos sorprende con un golpe de humildad, o si se manifiesta como hasta ahora, yendo por sus preferidos, sin importar los merecimientos de los demás. Los cuartos serán Rodríguez y Chacón sin duda, así que en teoría ya están listos los ocho jueces que juzgarán los 180 minutos del torneo.

No fue la Final soñada entre los dos equipos de Monterrey, pero sí será la Final del 1 contra el 2, como hace mucho tiempo no se daba. Lástima que en el tema arbitral no estén los dos mejores. Como siempre, el arbitraje se rige con otras costumbres, distintas a las de la justicia deportiva. 

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