Llegó esa
época del año en la que muchos jugamos a ser niños otra vez. Andamos de fiesta
en fiesta, celebrando y despidiendo al año que pasó. Muchos adultos hacemos
nuestras cartas de Navidad, aunque sean mentales, y por esto he querido
compartir con ustedes mis deseos al Santa Claus, Niño Dios, Papá Noel, o como
quieran llamarle, de los árbitros.
“Querido
Santa Nazareno, quiero platicarte que este año me porté muy bien, bueno,
depende desde qué ángulo lo veas. Algunos muchos te dirán que fui muy mala onda
con ellos, que los peleé todo el año y que escribía cosas feas de ellos. Muchos
más, en cambio, te podrán contar que se divirtieron con mis textos, que se
informaron y que tuvieron un punto de vista diferente de los menesteres
arbitrales en México y el mundo. Yo digo que la verdad sí me merezco que me
concedas algunos deseos, ojalá me puedas ayudar.
1.- A pesar
de que lo he escrito muchas veces, tantas que ya parezco disco rayado, no te
pido que Rafael Mancilla deje la Comisión de Arbitraje, me puedo conformar con
que se haga de unos buenos asesores, Y LES HAGA CASO.
2.- Ya
entrados en el tema de los asesores, aquí sí voy a seguir de necio, y me
encantaría que alguna verdadera gloria arbitral mundial viniera a dar unos
buenos consejos. Larrionda, Elizondo, Collina o Merk pueden ser una buena
opción. Y no nos olvidemos de los nuestros, dale una pizca de humildad a los de
la Comisión y que busquen ayuda en Codesal o Archundia.
3.- Uno de
mis grandes deseos es ver más árbitros mexicanos de calidad. No podemos estar a
expensas de que Marco, Roberto o Chacón carguen con todo, porque al final se
descuidan y el nivel baja. Cuida a Paul Delgadillo de las lesiones, no permitas
que se le suba a Toño Pérez Durán, consolida a Peñaloza y dale regularidad a
Erim, eso estaría de lujo.
4.- En mis
deseos globales, te pediría que el primer paso al uso de la tecnología sea
exitoso. Que los sistemas de la línea de gol convenzan a la FIFA y al
International Board para que traten de adoptar otros elementos de ayuda.
5.- Y para
mí, te pediría el uniforme nuevo que están utilizando los árbitros de Champions
League. ¡Está de lujo!
Gracias
Querido Santa Nazareno por leerme y porque sé que eres tan bueno que me
concederás todo, aunque si no lo haces, no importa, yo sé que estás ocupado
también con las cartas de todos los demás niños árbitros del mundo, que seguro
te están pidiendo deseos más difíciles de conseguir, como mejorar su criterio,
dejar la grilla interna, grandes dosis de humildad y otros regalitos.”
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