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jueves, 22 de noviembre de 2012

Los mejores cuatro


En esta Liguilla del primer torneo de la Liga mX, hay una coincidencia muy agradable entre equipos y árbitros: Los mejores cuatro están en la lucha por el máximo logro. Hablando de los equipos, no es solamente por su posición en la tabla, sino que también son los que mayores argumentos futbolísticos expusieron en la temporada regular y los cuartos de final. Con los árbitros es menos complicado clasificarlos, ya que tres de ellos, Rodríguez, García y Chacón, han demostrado ser los mejores desde hace ya algunos años. El cuarto en discordia normalmente ha sido uno diferente; el torneo anterior fue Erim Ramírez, antes de él, Paul Delgadillo se unía al póquer de ases, y en este Apertura 2012 tocó la distinción al chico maravilla, Antonio Pérez Durán.

Hay algunas similitudes entre los cuatro árbitros y los equipos. Está el ordenado, cadencioso, efectivo y discreto; el espectacular, agresivo y alegre; el que viene en gran ascenso desde su aparición en Primera División hace poco, y el polémico, el que está en boca de todos e igual de peligroso y candidato serio al título.

El orden de los árbitros en un escalafón no necesariamente sería proporcional al de los equipos. En el último párrafo confirmo qué árbitro coincide con cada equipo, pero espero que antes de llegar a eso lo puedan intuir.

¿Quién va a ganar la carrera hasta la Final? Seguramente será el que mejor trabaje en su juego de semifinales, aunque no es regla, especialmente con los designios misteriosos de la Comisión de Arbitraje. La lógica indica que el boleto se lo pelean entre los tres FIFA, dejando a Toño Pérez atrás, aunque todo puede pasar.

Existe la posibilidad de que Marco Rodríguez tenga que ausentarse de México en la lucha por el título por su participación en el Mundial de Clubes, aunque habrá que confirmar su itinerario. Si se da el caso, y no hay sorpresas en las semifinales, Chacón y García estarán en los dos juegos finales. Haciendo una comparación, si cabe, entre los favoritos al título entre los equipos, Toluca y León serían los finalistas, que coincide con lo escrito al principio de este párrafo con respecto a los silbantes.

Los juegos de ida los dirigen Pérez Durán (América-Toluca) y Paco Chacón (León-Tijuana). Doy por hecho que Marco y Roberto van a las vueltas, porque no hay de otra. García debería dirigir en Toluca en domingo al mediodía para evitar una vuelta consecutiva a Tijuana, lo que deja a Chiquimarco en la frontera para el duelo entre canes y felinos. Son designaciones lógicas, en el papel acertadas, y con menor riesgo en el margen de error. Lo único ilógico de todo esto es que Pérez Durán no haya sido considerado para portar gafete internacional en 2013, y sí se lo hayan entregado a Jorge Rojas, pero eso es harina de otro costal.

La respuesta a qué árbitro “emparento” con qué equipo es la siguiente: Roberto García Orozco con Toluca, por su sobriedad, experiencia y efectividad; Jorge Pérez Durán con Tijuana, por su rápido crecimiento y adaptación a la máxima categoría en poco tiempo; Francisco Chacón con León, porque disfruta el juego, se entrega y es el árbitro que más sonríe en la Primera División, y Marco Rodríguez, el polémico, el poderoso y más famoso, no podría ser otro que el América. Estos cuatro se juegan el pase a la final, al igual que los equipos. Con la esperanza de que haya justicia deportiva, esperamos unas semifinales espectaculares y bien dirigidas.

martes, 13 de noviembre de 2012

Ahora son 13 para la Liguilla


Dice el dicho que a las mujeres no hay que entenderlas; simplemente amarlas. A la Comisión de Arbitraje de México le podríamos hacer una pequeña modificación que dijera así: “A la Comisión no hay que entenderla, simplemente odiarla”.

La perorata de que Rafael Mancilla y su lista de secuaces, que cada vez se hace más grande, trabajan de manera misteriosa me está llegando a cansar incluso a mí que tanto la utilizo, pero es que no hay manera de comprender las decisiones que se toman en las oficinas de Avenida del Imán, en el antiguo Centro de Capacitación.

La lista de 13 árbitros que están contemplados para la Liguilla se sale de todo raciocinio. Hace no muchos años, en los tiempos que el arbitraje en México era mucho menos caótico que ahora, al igual que los equipos, sólo ocho silbantes se colaban a las finales.

La división era muy simple, ya que los mejores cuatro se iban directo a las vueltas de cuartos de final, y los restantes a las idas. De esos juegos, los mejores cuatro avanzaban de ronda, y así sucesivamente hasta la Final. ¡Qué tiempos aquéllos!

El torneo pasado, se utilizaron 12 árbitros en las instancias finales. Cuatro de esos 12, sólo actuaron como cuartos árbitros. Los otros ocho se pelearon los avances de ronda, pero como todo el asunto estaba amañado para que Mauricio Morales y Roberto García dirigieran la Final, todo lo demás fue una pequeña farsa.

No contentos con premiar a cuatro árbitros del montón para que siguieran cobrando como edecanes de lujo, en este Apertura 2012 se añadió uno más a la lista. Así, ya ni las matemáticas salen y el “sistema de competencia” se vuelve todavía más ridículo que el de los equipos para calificar. La baraja arbitral es de 20 elementos, de los cuales avanzó a la Liguilla casi el 70 por ciento. 13 de 20 es una verdadera vacilada.

¿Qué esperamos en esta Liguilla? Pues lo mismo de todo el torneo. Penales no sancionados que sí eran; penales marcados que nuca fueron; patadas de tarjeta roja dejadas en amarilla; reclamos e insultos de jugadores y técnicos sin castigo, más la larga lista de etcéteras que vimos en las 17 fechas del torneo regular.

En este cierre de campeonato no se vislumbra un silbante que haya destacado del resto. Marco Rodríguez hizo una mejor segunda parte de torneo, pero sigue por debajo de su nivel. Roberto García y Francisco Chacón no están a la altura de su estatus ganado últimamente, y del resto tampoco hay mucho más de qué hablar. Tal vez Miguel Ángel Flores sea el que en mejor momento esté, pero su nombre no pesa nada en la Comisión.

Erim Ramírez, futuro FIFA, se vino abajo; Peñaloza, Fabricio Morales y Arellano, los otros internacionales, dan dos de cal por media de arena, y entre los nacionales con mayor futuro, está Toño Pérez Durán, aunque la inexperiencia juega en su contra. Ayala, Santander, Macías y Fernando Guerrero, que dirigió lesionado el Cruz Azul-Monterrey, calentarán la banca seguramente, sin mayores pretensiones más que cobrar un poco más para completar el aguinaldo.

La estructura arbitral mexicana está a punto de tocar el fondo del mar. Una mala Liguilla, como la que se espera, podría ser el punto en el que se consuma este destino que todos vemos, salvo sus dirigentes, así que, visto desde una perspectiva positiva, a partir de enero debería levantar. Por lo pronto, a rogar para que el campeón de este primer torneo de Liga mX sea justo, sin un escándalo arbitral de por medio.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El momento justo del adiós


Una de las preguntas más difíciles de contestarse uno mismo, es cuándo retirarse de su actividad preferida o primordial. Como en todo tipo de decisión trascendente de vida, hay varias opciones. No es lo mismo retirarse del mundo laboral que consideramos normal, que dejar una actividad deportiva, o en este caso que vamos a tratar, del arbitraje, del que Mauricio Morales puso punto final a su carrera dentro de las canchas.

En el caso de los árbitros de futbol, hay un momento que marca su retiro, quieran o no; estén en condiciones físicas aptas o no; hayan sido los mejores de la historia de su país o uno más del montón, y ese momento llega el año en que cumplen 45. A esa edad, FIFA les quita la elegibilidad para portar el gafete internacional, y por lo menos en el caso de México, es el momento de ponerle fin a la carrera. Otros países, como Inglaterra, permiten a sus silbantes mantenerse hasta que el físico se los impida.

Son pocos los privilegiados que pueden hacer “toda la ruta”. Aunque también existen los casos en que las circunstancias permiten a un árbitro seguir activo en su año 45, pese a ya no estar en condiciones óptimas. Y éste fue el caso de Mauricio Morales Ovalle.

Las bondades de una Comisión de Arbitraje que funciona de maneras misteriosas en México, le permitió a Morales tener una muy notoria e inmerecida “Gira del Adiós” en el Clausura 2012. Arbitró todas las jornadas prácticamente, todos los Clásicos importantes, y pese a tener actuaciones bastante cuestionables antes y durante de la Liguilla, se coló hasta la Final.

Para un árbitro que había tenido pocas oportunidades importantes a escala internacional, una Final de campeonato local era el marco perfecto para colgar el silbato en lo más alto. Merecida o no, la vitrina de un juego por el título, en este caso el de ida, es el sueño de muchos árbitros. Recientemente, Armando Archundia, y algunos años antes, Eduardo Brizio, dijeron adiós en juegos grandes. Armando también tuvo su gira de despedida después de regresar de Sudáfrica, lo hizo ya en declive de su nivel arbitral, pero no tan notorio como el de Morales. El de Lalo Brizio ha sido tal vez el último retiro digno del arbitraje mexicano, en el que también enrollaron la bandera por última vez Miguel Ramos Rizo y Alfonso Alcalá.

Mauricio Morales tuvo la gran oportunidad de irse a lo grande de la liga mexicana, pero pudo más la ambición, el temor, la nostalgia o qué sé yo, para estirar el tiempo al máximo. Los estragos en su cuerpo de la edad y su capacidad arbitral en franco descenso, lo obligaron a tener su último partido oficial en un deslucido juego de fase regular, que nadie recordará, al contrario de como hubiese sucedido con el Monterrey vs Santos del pasado verano.

Hay ejemplos de grandes árbitros que no esperaron a cumplir 45 años para salir por la puerta grande. Edgardo Codesal se retiró tras la Final de Italia 1990, apenas con 39 años, pues según él mismo declaró, después de un Mundial no hay mucho más qué hacer. Incluso, el mismo Codesal pensó que Inglaterra vs Camerún de los Cuartos de Final había sido su último partido, y aún tengo grabado en la memoria su gesto de alegría y satisfacción, cuando silbó el final de ese gran juego. La vida le tenía preparada una recompensa con la Final de ese Mundial.

Horacio Elizondo, el argentino que dirigió la Final de Alemania 2006, es otro que puede presumir un retiro espectacular, en lo más alto del mundo arbitral global. Aún le quedaban 2 años como internacional, pero decidió mantener la imagen del árbitro de hierro que expulsó a Zidane sin contemplaciones y además fue el que abrió y cerró ese Mundial en tierras germanas.

No se trata de comparar a Morales con Codesal y Elizondo, pero sí la manera, independientemente si fue una Final de Mundial o de campeonato nacional, en la que unos optaron por dejar el arbitraje en la cúspide, y otro en la olvidable fecha 13 del Torneo de Apertura 2012.

Dejar el arbitraje significa un duro golpe para quien lo recibe. Ya sea a los 45 años o a los 29; en Segunda División o como árbitro FIFA; en una Final o en un juego de fase regular, colgar el silbato es muy difícil. No más viajes, no más atención de todos, no más glamour ni fama. El poder se esfuma y los reflectores se apagan.

Para los que tuvieron la oportunidad de decidir cómo y cuándo, hacerlo mal debe ser una carga difícil de llevar. Morales tendrá un último juego internacional, dirigiendo a España en Panamá. Es un marco más que digno, con el mejor equipo del mundo, pero en las estadísticas que se consultarán en 10 ó 20 años, su retiro oficial en México habrá sido en un Cruz Azul-Querétaro de fase regular, y no en un Monterrey-Santos de la Final. Hay una gran diferencia.